“Para saber quiénes somos tenemos que comprender cómo estamos conectados”, James Fowler

[dropcaps]Esta semana he tenido la suerte de poder encontrar un podcast interesantísimo del programa “Redes” hablando de la importancia de las estructuras sociales en nuestro comportamiento y los grados de influencia que afectan a las personas.[/dropcaps]

Las personas [textmarker color=»C24000″ type=»text color»]tenemos la necesidad de estar conectados con nuestros semejantes[/textmarker], personas que creemos que son afines a nosotros. Estas conexiones forman estructuras sociales que van ampliándose exponencialmente uniendo todas las personas de este planeta. Las redes más comunes son aquellas que se construyen de forma natural entre conocidos. Otro tipo de redes sociales son aquellas que han sido construidas a propósito con un fin determinado, en este punto entran las redes sociales 2.0 y los equipos de trabajo.

[textmarker color=»C24000″ type=»text color»]Cada uno elige en qué red quiere estar y luego estas estructuras afectarán en nuestro comportamiento y nuestra forma de ser[/textmarker]. Somos influidos por otras personas que nosotros previamente hemos decidido abrir las puertas de nuestro círculo o hemos visto como alguien ha decidido unir lazos entre nosotros (familia, trabajo,…).

Por ejemplo, si quieres encontrar una pareja necesitarás que tu círculo de amistades y conocidos participe. El 68% de personas conoció a su marido/mujer a través de un miembro de su círculo más cercano. Tener una relación con una persona y casarte ofrece a los hombres 7 años más de vida y 2 a las mujeres. Si una vez has empezado una relación amorosa y tu hermano/a ha tenido un bebé en los últimos 2 años tienes un 15% más de probabilidades de tener un hijo.

Pero las relaciones humanas no siempre tienen efectos positivos. Tener un amigo obeso triplica las posibilidades que tú también lo seas. Y otro efecto aún peor, el 75% de los homicidios en Estados Unidos se realizó entre conocidos.

Las redes sociales que se construyen de forma natural tienen el mismo comportamiento e influencia que aquellas que hemos construido artificialmente.

Todos conocemos la teoría creada en los años 60 dónde se demostraba que entre [textmarker color=»C24000″ type=»text color»]dos personas cualquieras siempre había de media 6 niveles de separación[/textmarker]. Pero si hablamos de la influencia que tenemos dentro de nuestra red social, cabe tener muy en cuenta que [textmarker color=»C24000″ type=»text color»]todo aquello que hagamos tiene repercusión hasta el 3r nivel[/textmarker]. Cada uno de nosotros puede influir con sus actos y su forma de ser a 8.000 personas, el equivalente a los amigos de los amigos de nuestros amigos.

Visto así,[textmarker color=»C24000″ type=»text color»] todos tenemos una gran responsabilidad[/textmarker]. Con nuestros actos no solamente estamos influyendo a nuestra pareja, hijos o amigos, también lo estamos haciendo sobre gente que no conocemos. Puedes influir con la obesidad, tabaquismo, alcoholismo, felicidad, depresión,…

Lo positivo de todo esto es que los sentimientos negativos se propagan menos que los positivos. Mientras un amigo triste puede afectarte en un 7% de probabilidades a que tú también te vengas a bajo, la alegría favorece un 9%.

La estructura de nuestra red social es tan importante que cuando juntamos a dos amigos que no se conocen entre sí tenemos la necesidad de presentarlos y que se lleven bien.

En este punto me gustaría repescar la estadística que solamente el 32% de personas están casadas con gente que nadie les presentó en su día. La aceptación de las personas que ya están introducidas en nuestro círculo de amistades (aunque no lo sepamos) ayuda a tener estos increíbles datos. Tener la aceptación de parte de nuestra red ya de inicio suma puntos para ver con mejores ojos a esa persona que nos acaban de presentar.

[textmarker color=»C24000″ type=»text color»]Necesitamos tener gente a nuestro alrededor para crecer y formar nuestro carácter[/textmarker]. Nuestra felicidad dependerá de cuanta más felicidad seamos capaces de incorporar a nuestra red. Influir y ser influidos depende de nuestra elección. Los amigos de nuestros amigos también son importantes.

Si quieres tener éxito personal y profesional cuida tu red, mímala como si tu carácter y tus acciones dependieran de ello.