[dropcaps]Una de las obsesiones existentes cuando creamos contenido es aparecer en Google. Escribimos para ser leídos. Y en internet para ser encontrados. Y la forma de aparecer es en las búsquedas que se realizan en el buscador más famoso del mundo.[/dropcaps]

Por lo tanto, con una sencilla regla de tres, podríamos decir que escribimos para Google. Y por lo tanto los expertos en contenido debemos tener muy claras algunas premisas para lograr nuestro objetivo.

Soy consciente que por la red podéis encontrar centenares de manuales que os dictan unas pautas a seguir para escribir un buen contenido en un blog, web o artículo. Que si utilizar palabras claves, agregar imágenes cada tres párrafos, título máximo de 70 caracteres, etc. Pero en el fondo, lo único que se necesita es sentido común.

Para crear contenido hay que ser práctico y tener claro que las reglas han cambiado. Tanto en las webs como en los medios de comunicación:

[textmarker color=»C24000″ type=»text color»]Ya no escribimos para personas, escribimos para máquinas.[/textmarker]

Este es el gran cambio. Si leemos artículos de hace algunas décadas, veremos la intención del periodista o redactor de buscar figuras retóricas, no repetir palabras, metáforas, etc. Hoy en día es todo lo contrario. Cuanto más sencillo mejor. Porque queremos aparecer en los buscadores, y por lo tanto deberemos utilizar esas palabras que serán usadas por los usuarios para encontrarnos en su búsqueda de Google, no por la literatura.

Un ejemplo práctico y claro. El pasado 30 de octubre hubo un terremoto en Girona. Para muchos medios les hubiera sido más práctico usar la palabra “[textmarker color=»C24000″ type=»text color»]seísmo[/textmarker]” mucho más técnica, corta y entendedora. Pero eso era en otros tiempos. Si alguien quisiera buscar qué paso exactamente en Girona, ¿qué buscaría en Google? ¿terremoto o seísmo? Lógicamente “[textmarker color=»C24000″ type=»text color»]terremoto[/textmarker]” por ello, aunque pongamos “[textmarker color=»C24000″ type=»text color»]seísmo[/textmarker]” todos los resultados de Google nos dan como respuesta la palabra “[textmarker color=»C24000″ type=»text color»]terremoto[/textmarker]” en el titular.

 

Es decir, escribimos para Google, no para las personas. Y no sólo escribimos para google sino que debemos tener claro que Google no lee imágenes, solo texto. Por lo tanto lo importante no es cómo es la imagen que adjuntamos en la noticia, sino cómo la llamamos. Muchas veces podemos ser encontrados antes por la imagen que por el texto. Pero no por la belleza de la misma, porque Google no distingue. Sino por cómo la hemos titulado y configurado. Porque [textmarker color=»C24000″ type=»text color»]allí donde nosotros vemos una imagen, Google lee texto[/textmarker].

No subamos nunca más imágenes con el nombre de IMG0191.jpg o 13413513523.png. Renombremos la imagen y dotémosla con las palabras clave del artículo. Todos estos detalles nos ayudarán a ser encontrados y posteriormente leídos, que sin duda es el objetivo de todo aquel que escribe.

Eso sí, que [textmarker color=»C24000″ type=»text color»]la sencillez no nos haga olvidar el contenido de verdad[/textmarker]. Porque Google igual te posiciona pero estamos a un solo clic de ser encontrados pero también rechazados. Démosles respuesta a aquello que han buscado, con palabras claves pero con fondo e información.