En los últimos tiempos el Barça pone a prueba su reputación y la imagen de marca a base de decepciones deportivas, escándalos como el BarçaGate o tensiones como el burofax de Leo Messi. Pero si miramos a las redes sociales golea de forma contundente a todos sus rivales. ¿La clave? Analizar antes de entrar.

El Atlético es el campeón de liga y el Real Madrid, subcampeón. Y el Chelsea superó al City en la final de la Champions. Pero si miramos los seguidores e interacciones en redes sociales, el Barça los derrota a todos con claridad. El equipo de redes sociales de los azulgrana decidió hace tiempo que seguiría una táctica diferente a la de sus rivales. Los clubes de futbol entraban a la velocidad del rayo en las diferentes plataformas e iniciaban una competición contra los otros equipos, de forma que la rivalidad sobre el césped se trasladaba a los móviles, tablets y smart tv de todo el planeta con la intención de dejar un mensaje claro: también nos escontrarás aquí. Y llegaron las críticas, ya que los catalanes optaron por la espera, decisión que muchos no compartieron. No importó. Se dedicaron durante un tiempo a estudiar cada plataforma, qué pedía y cómo llegar al público.

La espera dió sus frutos. El FC Barcelona fue de los pocos por ejemplo que tardó meses en entrar en Youtube hasta que tuvo claro que su rival ahí no era el Madrid, el Manchester City o el Bayern, sinó los youtubers de referencia. La lucha era por captar la atención del usuario, no derrotar a un rival deportivo, así que se centraron en generar vídeos virales, aliándose cuando fuera necesario con las estrellas del sector. Los resultados son contundentes porque superan en más de 13 millones de seguidores al segundo clasificado. Lo mismo pasó en Tik Tok o más recientemente en Twitch. Estar por estar no es el camino a seguir. La fiebre por salir en todos los sitios no debe llevar a la precipitación. A veces es mejor dejar un tiempo y estudiar a fondo cómo funciona una red social. Recuerda que no hace falta ser el primero, trabaja para ser la referencia.