Desde hace algún tiempo estamos tomando conciencia de que los medios de comunicación tradicionales, tal y como los conocíamos, han cambiado mucho.

Seguramente el primero fue la prensa escrita, que con la aparición de internet, blogs y portales digitales vieron como su método de trabaja daba un giro de 180 grados casi de la noche a la mañana. La gente ya no podía esperar al día siguiente a leer las noticias porque ya lo sabía todo a través de su ordenador. Ahora la mayoría de periódicos priorizan la actualidad en su portal web y dejan la reflexión para el papel, monetizando casi más en el formato digital que en el físico.

Mucho se ha hablado y escrito del futuro del papel en los medios, pero ¿y la radio? Sobrevive sobre todo gracias a los coches. El prime time radiofónico es a las 8 de la mañana, la hora en que la mayoría de gente está en el coche metido en un atasco para llegar a su trabajo. Pero los oyentes ya han descubierto los podcasts. Ya sean de particulares, empresas o de la propia radio. De hecho, la SER es de las emisoras que mayor apuesta ha hecho por la radio digital a la carta. Programas que se emiten en antena de madrugada sin apenas oyentes como La vida moderna, tiene miles de escuchas en formato podcast. O el Nadie sabe nada de Buenafuente y Berto. El podcast más escuchado en España se emite por la radio sin mucho éxito de audiencia, los sábados al mediodía. Esta apuesta además es audiovisual. Estos programas se graban también en video y se suben a Youtube o a la web de la emisora. También las radios han tenido que adaptarse a la nueva era digital.

Y llegamos a la televisión. El vídeo está presente en todas partes, en todas las redes, en todos los formatos. Pero hay que diferenciar videos de redes o influencers, en Tik Tok o Youtube, con la evolución de los grandes programas y contenidos de la televisión. Su futuro está en las OTT.

Según la definición estricta una OTT (acrónimo en inglés de over the top) es una transmisión de un contenido por internet directamente al usuario. Y aquí entraría desde Netflix y Spotify hasta Whatsapp o Skype e incluso OneDrive. Pero centrémonos en televisión. Netflix fue el primero y ya sabemos que cada vez hay más plataformas similares como HBO, Amazon Prime, Disney, Apple TV… Pero no solo la guerra es por series y películas, también existe por los deportes con la aparición de una OTT con capital británico llamada Dazn, además de Facebook por ejemplo que también puja por derechos deportivos. Y las grandes cadenas también saben que este es el futuro. Ya no pondremos un canal convencional a ver qué hacen. Veremos lo que queramos ver y nos suscribiremos a ello. Un ejemplo claro: La Resistencia es uno de los programas que tiene más repercusión en España pero su emisión en directo apenas llega a unos miles de espectadores. Pero la gente lo ve cuando quiere y puede en las plataformas donde está el programa ya sea en Youtube, Facebook o Movistar a la carta. Y lo ven millones de personas.

La publicidad televisiva está cayendo en picado. Los anunciantes saben que ahora con el online tienen unas métricas y un control espectacular del alcance de su publicidad y además pueden segmentar a quién va dirigido. Ante esta situación, los dos grandes monstruos de la televisión en España ya han movido ficha. Sin hacer mucho ruido de momento, pero saben que el futuro está en las OTT. Mediaset ha lanzado Mitele Plus, una OTT con subscripción mensual y con contenidos Premium como por ejemplo todos los partidos de la Liga. Atresmedia por su parte ha sacado Atresplayer Premium también con subscripción de pago.

La televisión está cambiado radicalmente y lo estamos viendo como espectadores de lujo. Quédate con estas tres letras OTT, el futuro presente de la televisión.