El otro día me pidieron un consejo para alguien que estaba empezando en el mundo del marketing digital y de la comunicación online. Lo curioso del caso es que se me acercó una persona en una discoteca, en Edimburgo (Escocia), pasada la medianoche y fue alguien que me había reconocido y que estaba de vacaciones en estas tierras de la Gran Bretaña.
Dejando a un lado el contexto, la pregunta es de nota. Porque no requiere de grandes explicaciones sino de una simple idea. No me estaba pidiendo que le contara mi vida ni que le diera una ponencia sobre el sector. No, un solo consejo para triunfar en este mundo. Una frase, una sentencia, un mandamiento.
Y mi respuesta fue una idea que hace tiempo que me ronda la cabeza como una parte imprescindible, no sé si para triunfar, pero seguro para hacer un buen trabajo y sentirse absolutamente satisfecho con ello:
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Sé tú mismo.
Es la manera más fácil de trabajar. Porque siendo tú mismo no tendrás que esforzarte en aquello que no eres. No quieras ser aquello que no eres, porque sencillamente no lo eres. Y la gente se da cuenta. Si acuden a ti es por cómo eres, no les decepciones.
Es un planteamiento sencillo y obvio pero nos complicamos la vida. Queremos ser aquello que no somos, envidiamos al prójimo, anhelamos lo que no tenemos. Y menospreciamos nuestras virtudes, nuestros valores, nuestros puntos fuertes.
Obviamente no le contesté todo esto, simplemente le dejé ir esas tres palabras. El ruido de la música ambiental no era para mantener una conversación demasiado extensa. Bueno, y quizás las horas y nuestro estado tampoco.
Pero él fue él mismo atreviéndose a hacerme esa pregunta a pesar de que no fuera el mejor contexto y soy yo mismo contándoos que sí, que también salgo de fiesta y tomo algunas copas. Que a veces nos pasamos de políticamente correctos.
Menos formales y más normales.
P.D.- Vale, reconozco que el título del post me ha quedado muy SEO, ¡¡pero no es clickbait eh!! Que cuando clicas obtienes un consejo y si no es el mejor, es de los mejores… 😉