Hace justo 40 años Geoff Downes, Trevor Horn y Bruce Woolley, integrantes del grupo The Buggles, publicaba una canción (1979) que se convirtió en un éxito mundial: Video killed the radio star.
Fue tal el éxito que el primer videoclip que emitió la cadena MTV en su estreno el 1 de agosto de 1981 fue este. Y no fue casualidad la elección. El nacimiento de MTV podría suponer el fin de las radios musicales, pero no fue así, ni mucho menos.
La televisión no terminó tampoco con la radio generalista, a pesar de los malos augurios iniciales. La potencia de las imágenes combinadas con el sonido parecían imbatibles ante la ‘vieja’ radio que ‘solo’ emitía audio, pero la realidad es que son dos medios distintos, que se consumen en momentos distintos, y por tanto, son plenamente compatibles. Durante décadas han convivido en paz y harmonía… hasta hoy.
Desde hace unos años, lo que no consiguió la televisión, podría conseguirlo Youtube. ¿Os habéis fijado que cada vez más programas de radio se graban en vídeo para viralizar clips en las redes y colgarlo entero en Youtube?. A priori esto no tenía que suponer ningún problema, hasta que las ‘estrellas de la radio’ empezaron a pensar más en hacer un programa para ser visto y no para ser escuchado. Y claro, cuando lo que tenía que ser un complemento al programa de radio clásico para los fans –el programa en el estudio de radio grabado en vídeo– se acaba convirtiendo en el centro de atención, se alteran los códigos audiovisuales. Porque cuando se piensa en hacer un programa de radio, se piensa para un solo sentido, el oído, mientras que para uno de televisión hay que contar también con la vista. Parece una obviedad, y lo es, pero actualmente muchos programas de radio que se graban en video han roto esa pared invisible y no han encontrado el equilibrio todavía.
El ejemplo más claro y actual de esto es el programa de la Cadena SER La Vida Moderna. No me atrevo a calificarlo de programa de radio porque ya no lo es, aunque se emita a través de la FM de la radio más escuchada de España.
Yo soy oyente habitual del programa, aunque lo hago a través del podcast ya que la SER lo emite a los 4.30 h de la madrugada, y muchas veces no entiendo muchos gags y bromas que hacen David Broncano, Ignatius Farray y Quequé porqué las hacen pensando en la versión Youtube, no en la FM, jugando con objectos y haciendo chistes visuales. Y los datos les dan la razón, un programa cualquiera (se emite de lunes a jueves) tiene como mínimo 300.000 visualizaciones en internet, mientras caen en picado en los EGM, que mide solo la audiencia de la FM. En junio de 2019 tenían 69.000 oyentes, su mínimo histórico. De vez en cuando Broncano se acuerda que también están haciendo un programa de radio, y describe las excentricidades de Ignatius, pero pasa poco, la verdad.
No sé si el vídeo –o Youtube– están matando a la estrella de radio, pero seguro que la está reinventando. Por suerte para los que nos gusta la radio pura, la que se hace pensando solo para ser escuchada y para centrar solo la atención de nuestro sentido del oído, vemos como en paralelo a la fusión radio-youtube también están creciendo los podcasts solo de audio para escuchas en el coche, mientras cocinamos o fregamos los platos.