[dropcaps]Si alguien os promete que os va hacer un vídeo viral, directamente os está mintiendo. Es imposible vaticinar que un vídeo se convertirá en viral. Es uno de los grandes misterios de la red ¿[textmarker color=»C24000″ type=»text color»]por qué un vídeo tiene millones de visitas y otro no[/textmarker]?[/dropcaps]
Nadie hasta ahora ha sido capaz de descifrar el algoritmo que usamos para compartir un determinado vídeo y conseguir que tenga más visitas que nadie. Porque no hay lógica que lo explique.
Vídeos virales hay muchos y de múltiples tipos. Desde éxitos musicales, imitaciones de canciones famosas, bailes estúpidos, risas pegadizas, tortazos graciosos, experimentos extraños, niños traviesos o timelapses.
Ningún vídeo tiene garantizada su viralidad. No hay manual, no hay instrucciones. Puede haber muy buenas intenciones pero solo eso. La gente es impredecible. Y afortunadamente. Porque si no se perdería esa capacidad de sorpresa que nos da la vida.
El vídeo de hoy es el último que nos ha llegado y que se ha hecho viral. Y dura ni más ni menos que ¡[textmarker color=»C24000″ type=»text color»]8 horas 21 minutos[/textmarker]! Y es una imagen relajante. Un río, una cascada, sonido de pájaros, naturaleza… Nada más. Pues bien, ya lleva más de ¡[textmarker color=»C24000″ type=»text color»]8 millones de visitas[/textmarker]!
Si quieres hacer un vídeo, hazlo según tus instintos, tus ideas, tus gustos pero no te condiciones en hacerlo pensando en que se convierta en viral. Porque este es uno de los grandes misterios de la humanidad del siglo XXI.