Empieza un año nuevo y es momento de hacer nuevos propósitos y cambios en nuestra vida. Pero realmente, nuestro día a día se basa en la mayoría de profesiones de una temporada de septiembre a julio, por lo que los grandes cambios siempre se deben hacer en verano, en el cambio de ejercicio.

Pero un buen amigo me dijo que el parón de Navidad es el momento ideal para hacer una revisión de si lo hecho hasta el momento está funcionando bien o no. Es decir, aquellos cambios gordos que aplicaste en el verano, si se están cumpliendo como tenías previsto a no. Y aprovechar para modificar lo que haga falta para encauzar el ritmo.

Enero es momento de hacer pequeños ajustes realistas y efectivos. No de grandes promesas que no terminas nunca de cumplir y se quedan en el camino produciendo además frustración porque no has sido capaz de tirar adelante con ellas. Además vienen meses fríos en el continente europeo, de días cortos, de pleno invierno. No es el mejor escenario para encarar un panorama nuevo.

Aprovechemos la energía que nos da estrenar un nuevo año para consolidar nuestras promesas del verano, no para crear de nuevas. Hagamos una reflexión sincera y sin auto engañarnos, honesta y real. Porque si no todo el esfuerzo no servirá absolutamente para nada.

En nuestra marca 2.0 puede ser un buen momento para cambiar nuestra foto de perfil, la foto en el cover de nuestras redes o incluso la pequeña Bio que las acompaña. Cambios sutiles que servirán para que se fijen unos y no molesten a otros.

Pero no solo en el online. Aprovechemos para cambiar también algo en el offline. Aunque parezca una tontería, comprarnos una planta, un cuadro, un poster o mover algún mueble de sitio en nuestro lugar de trabajo y rutinario también nos ayudará a motivarnos un poco más y a no caer en una monotonía aburrida que solo puede perjudicarnos.

Empieza un nuevo año pero tu camino ya hace días que empezó. Sigue con todas tus fuerzas, renovadas y reforzadas, e intenta llegar a buen puerto para verano. Allí sí que será un buen momento para hacer balance de todo el ejercicio y tomar decisiones contundentes para septiembre. Pero para ello, todavía queda mucho. Poquito a poquito. O como se ha hecho popular en el 2017… despacito.

¡Feliz 2018 y a por todas!