[dropcaps]Vivimos en la era de la inmediatez. No tenemos paciencia y no podemos fallar. Nadie da una segunda oportunidad. Me sirves o te olvido. Este es el mundo 2.0. Llevamos un ordenador constantemente encima. Un teléfono desde el que podemos consultar todo lo que queramos, podemos jugar, guiarnos, escribir, trabajar y muchas veces nos molesta que nos llamen mientras estamos escribiendo un mensaje o en medio de una partida de algún juego. El mundo al revés. Un teléfono en el que nos molestan las llamadas.[/dropcaps]
Es tanta la oferta y tan poco el margen que debemos cuidar aquellos detalles que suman mucho a la hora de interactuar con el usuario. Pequeños hechos que juntos nos pueden ayudar a conseguir un cliente o una conversión.
El tiempo de carga de la página web. Nos buscan en Google, nos encuentran, aparecemos y clican. Se empieza a cargar la página web pero, oh sorpresa, tarda mucho. Le dan a “atrás” y ya hemos perdido la oportunidad. Y todo porque las fotos son muy pesadas, el wordpress está lleno de plugins que no son imprescindibles o apostaste por un diseño lleno de movimiento que ralentiza toda la carga. La página web no debe solo ser bonita y que nos guste. Debe ser práctica y resolutiva. No hagáis una página web que os guste, priorizad una web que le guste a Google.
La información que da Google no es la que encuentran en tu página. Si hacemos posts y contenidos buscando el clic fácil será pan para hoy y hambre para mañana. Clicarán pero saldrán inmediatamente sin encontrar lo que no buscaban. Aumentará la tasa de rebote, bajaremos posiciones de Google y perderemos credibilidad. Vamos, muy mal negocio.
Responder menciones y comentarios. Si alguien tiene la molestia de ponerse en contacto con nosotros lo mínimo que podemos hacer es intentar responder en el mínimo plazo posible. Entendemos que si hacemos una consulta por la noche, hasta la mañana siguiente no nos será respondida. Pero no estamos dispuestos a esperar más de 24 horas. En el online se nos hacen eternas. Además hoy en día las redes sociales ofrecen soluciones que nos pueden ayudar mucho, como bots o respuestas automáticas.
Con buena voluntad y un poco de sentido común podemos mejorar nuestra imagen 2.0.