El otro día descubrí a una interesante conferenciante llamada Neen James que ha publicado recientemente un libro llamado Attention Pays (algo así como la atención paga) y que entre muchas otras cosas y hablando de liderazgo introducía un interesante concepto: escuchar con los ojos.
Porque para prestar atención a algo no basta con escucharlo sino que debemos implicarnos más. Por lo tanto un buen líder es aquel que no sólo escucha sino que presta atención a su equipo. Y así logra que estén más a gusto, más felices y sobre todo que se sientan importantes, escuchados.
Pero a la vez también sirve para tus clientes: si tú prestas atención a tus clientes ellos también estarán más agradecidos. Me gusta el matiz de que no es lo mismo escuchar que prestar atención.
Además, Neen James juega con el doble juego en inglés de la palabra “pay”. Prestar atención es “pay attention” y ella le da la vuelta para decir “attention pays” porque si tu prestas atención a tu equipo, a tus clientes, esta atención te pagará con que ellos estarán más felices y más agradecidos.
Y me gusta también el concepto de “escuchar con los ojos”. Pero yo le daría todavía una vuelta más y lo usaría como táctica para estar prevenido. Escuchar con los ojos significa que no dejarás que te engañen, que te vendan humo. No escuches solo palabras vacías, falsas promesas o eternas intenciones. Fíjate bien con los ojos totalmente abiertos cómo te lo dice, qué ha hecho anteriormente, que sensaciones te transmite, cómo actúa. No te dejes guiar solo por las palabras sino que debes escuchar con los ojos.
Sé que las apariencias a veces pueden ser engañosas, que no todo es lo que parece. Pero eso no quita que tengamos los ojos bien abiertos para escuchar a los otros. Y sobre todo que tengamos claro que debemos aprender a prestar atención y no solo escuchar.
Te dejo con un vídeo muy interesante en que explica este concepto de escuchar con los ojos, una expresión que la sacó del hijo de su vecina, un niño de cinco años.