El otro día nos vino un cliente muy interesante y atractivo. Una universidad que tiene grados y masters para sus alumnos de temas muy concretos y específicos y querían crear una campaña de marketing 360 para obtener más alumnos ya que algunos grados son muy nuevos y poco conocidos.
El proyecto era ambicioso, porque queríamos llegar a los alumnos pero también a los padres que al fin y al cabo la mayoría de veces son los que pagan sus estudios. Y estos debían entender qué estudiaban sus hijos. Llegar a los progenitores era más o menos sencillo pero el problema viene a la hora de llegar a los futuros alumnos, adolescentes de 16-18 años, la generación Z.
Porque realmente esta generación es muy especial, y muchos los confunden con millenials agrupando todas las generaciones más jóvenes que ellos cuando los millenials son los nacidos en los 80 llegando a los 18 años en el año 2000. A partir de ahí viene la generación Z y los que están naciendo en esta década actual se les llama Generación T. Pero volvamos a la generación Z, nativos digitales. No han vivido ninguna revolución, para ellos no hay nada nuevo, todo es normal y forma parte de su día a día.
Yo tengo un sobrino de 20 años, se llama Jan. Me llevo de maravilla con él, incluso jugamos en el mismo equipo de fútbol en una liga nocturna. Pero me doy cuenta que su adolescencia nada tiene que ver con la mía. Pero de forma muy diferente a la de mis padres y la mía. Es decir, mis padres escuchaban la radio, nosotros la televisión. Ellos crecieron con la señora Francis y nosotros con el Coche Fantástico y el Equipo A. ¡Nos aburríamos! No teníamos acceso a todo, desde cualquier sitio y en cualquier momento. Ese ha sido el gran cambio, la gran revolución: la llegada de internet. Y los nativos digitales viven sabiendo que tienen todo lo que quieren y pagando lo mínimo si es que hay que pagar.
Operación Triunfo nos sirve de ejemplo. Han llegado de pleno a la generación Z. ¿Por qué? Porque sabían sus características y lo primero que hicieron era darles un móvil a cada uno dentro de la academia y que hicieran lo que quisieran. ¡Claro! Si son nativos digitales, ¿cómo les vas a prohibir el móvil? Y se han mostrado super naturales delante de las cámaras ¡porque están acostumbrados a ellas! Cuelgan sus videos en instagram, bailan en musical.ly, viralizan contenido en youtube. Que están en un plató de televisión lleno de cámaras… ¡mejor! Pero con su móvil en la mano siempre.
Somos nosotros los que nos tenemos que adaptar a ellos, los que debemos vigilar con la privacidad y aprender a funcionar en la era digital. No nos equivoquemos. Ellos viven en su mundo, el que les toca, ellos son nativos digitales. Aprendamos de ellos.