Las redes sociales son el nuevo Curriculum Vitae. Un espacio donde cada uno de nosotros se muestra a lo largo de su vida cómo es y qué sabe hacer. Durante muchos años he escuchado quejas (con razón) del poco tiempo que tiene un candidato para un puesto vacante en una empresa para mostrar su valúa, ahora tenemos todo el tiempo del mundo para mostrarnos.
El 60% de los profesionales en RRHH encuestados en el informe “Talento Conectado” realizado por Infoempleo los candidatos más activos en redes sociales tienen más opciones de ser contratados que las personas inactivas y el 45% de los profesionales en RRHH consulta las redes sociales de los candidatos antes de realizar la primera entrevista y el 83% antes de la decisión final para contratar.
¿Aún sigues pensando que no tener una imagen 2.0 cuidada es una opción?
Todos tenemos una imagen de marca personal offline creada desde pequeños, ahora tenemos (queramos o no queramos) una imagen 2.0 inevitable.
Primero crear nuestro perfil comercial en Linkedin, luego entender que en Facebook coleccionamos contactos no amigos, que Twitter nos brinda una plataforma para demostrar nuestra profesionalidad, que en Instagram la intimidad se llama eximidad y que la foto de Whatsapp la verán todas aquellas personas que guarden nuestro número de móvil en sus contactos.
Si logramos reflexionar del cómo debemos mostrarnos y somos capaces de frenar nuestro ímpetu de postureo salsero y reconvertirlo en un postureo bien entendido, habremos conseguido proyectar una buena e interesante imagen de marca y crear una reputación online que nos hará triunfar de antemano.
Imagínate que eres un técnico de recursos humanos y debes elegir entre tres candidatos que, a priori y con CV tradicional en mano, parecen igual de buenos para un puesto de trabajo:
1.- CV tradicional impecable, buena presencia, respuestas adecuadas en la entrevista presencial. No tiene redes sociales.
2.- CV tradicional impecable, buena presencia, respuestas adecuadas en la entrevista presencial, CV en Linkedin bien redactado, en Twitter muestra su profesionalidad, en Instagram puedes comprobar que es una persona alegre, le gusta el deporte y es cariñoso con sus amigos y familia y en Facebook tiene una foto de perfil correcta y un cover con un paisaje (el resto está capado).
3.- CV tradicional impecable, buena presencia, respuestas adecuadas en la entrevista presencial. No tiene Linkedin, en Twitter habla de política y hace retuits de chistes malos o de mal gusto, Facebook lo tiene cerrado pero la foto de perfil es de un día de fiesta copa en mano y en Instagram solo sale de fiesta, en bañador o en el gimnasio enseñando abdominales.
¿A quién elegirías?