Más allá del COVID, el 2021 ha sido un año con muchas novedades tecnológicas que en un futuro no muy lejano nos pueden cambiar nuestro día a día. Pienso en mi madre, y a sus 80 años, cómo le podría contar lo que estamos viviendo: NFT, Twitch, Facebook ahora es Meta, el Metaverso… No, no es nada fácil.
NFT
Si a mí me cuesta entenderlo, ya no te digo mi madre. NFT son las siglas de Non Fungible Token. ¿Qué diferencias hay entre cosas fungibles y no fungibles? Una cosa fungible por ejemplo es el dinero. Que puede ser cambiada por otra. En cambio, una no fungible es insustituible, única. En una obra de arte o un sello de coleccionista, el concepto lo tenemos muy claro. Pero en un concepto digital, que no se puede tocar nos cuesta más entenderlo. Pero viene a ser eso: una cosa única y no cambiable. De ahí que se pueda vender el primer tuit de la historia o una imagen jpg.
Mi amigo Joan Martín, me lo intentó explicar con esta imagen, a ver si os ayuda:
Otra cosa es por qué la gente se gasta muchísimo dinero en esto. ¿Qué va a hacer con ello? Pues o bien son estúpidos, o quieren especular y piensan que subirá de dinero en un futuro o tienen tanta pasta que ya no saben qué hacer con ella.
TWITCH
El gran fenómeno del año. Sí, lo de Ibai. Una plataforma en la que gente transmite en directo durante horas mientras juega a un videojuego, explica su vida o charla con otras personas. Y lo hace cada día. O casi. Y tú lo puedes ver en directo o cuando te apetezca. Gratis. Pero si quieres, puedes pagar para ayudar a esta gente que está creando estos contenidos. Y a cambio les ayudas a ganarse un sueldo y ellos te dan opciones para chatear con ellos y emoticonos para usar en este chat. Más o menos sería esto. Lo de Tortilla Land si acaso, ya otro día…
META
Mark Zuckerberg creó una red social llamada Facebook en 2004. En 2012 compró Instagram. Y en 2014 compró Whastapp. Todas estas redes sociales forman parte de un grupo llamado META. Mi madre usa las tres, por cierto. El cambio de nombre del grupo (que antes se llamaba FACEBOOK, así, en mayúsculas) tiene pinta que es toda una declaración de intenciones de hacia donde quiere evolucionar Mark. Ahora mismo todas son un popurrí de muchas cosas y deben centrarse. Seguramente evolucionando hacia poder hacer pagos a través de whatsapp (rollo Bizum entre colegas… pero también comprar cosas, es decir B2C), vender a través de Instagram y… bueno… Facebook no sé cómo quedará. Ni Mark lo debe saber.
Por cierto, este 2021 tuvimos la gran caída de META. Durante 6 horas, el 4 de octubre, el mundo se quedó sin poder entrar en ninguna de sus aplicaciones. ¿Y si se hubieran borrado todos los datos para siempre? Alguno seguro que lo hubiera agradecido. Y quizás muchos, no volverían a darse de alta.
METAVERSO
Creo que contarle esto a mi madre es más complicado que los NFT. A través de diferentes gadgets (ya sean gafas, sensores, guantes, implantes…) vamos a poder entrar en una realidad paralela. Pero lo más destacado es que vamos a poder sentir, como si estuviéramos realmente allí, viviéndolo. Un mundo por lo tanto, lleno de posibilidades. Habrá que crearnos nuestro alter ego, nuestro avatar. Vestirlo, decidir dónde vive, relacionarse, etc. Oportunidades de negocio para todas las marcas pero con un coste muy elevado para construir todos estos universos paralelos. Y la gran pregunta ¿cuántos metaverso habrá? ¿Cuál será el que acabará triunfando?
Estos han sido, a grandes rasgos, los cambios tecnológicos más importantes que nos han llegado este 2021, conceptos que han empezado a sonar y que todavía tienen mucho recorrido y mucha transformación. Pero pueden ser conceptos parecidos a los que empezaron a sonar a principios de siglo. Como cuando en 2004 alguien te dijo por primera vez que había una cosa llamada Facebook y que era una red social. Y entraste y te registraste para comprobar qué era. Querías probarlo. Y hasta hoy.