[dropcaps]Asúmelo, no tienes  450 amigos como dice Facebook, 1.000 seguidores tal y como indican los followers de Twitter y tampoco los +500 de tu red profesional en Linkedin.[/dropcaps]

Asúmelo, [textmarker color=»C24000″ type=»text color»]no somos tan cercanos como las redes sociales nos quieren hacer creer[/textmarker]. Las palabras prostituyen su verdadero significado: amigo, seguidor o red profesional.

Hoy, quiero reivindicar el verdadero significado de las redes sociales. Cuando se popularizaron, no hace tanto tiempo, tenían un significado de interrelación y comunicación entre personas, hacían la función de chat (más o menos instantáneo), pero con la llegada de Whatsapp, luego Telegram y ahora parece que Google Allo, esta funcionalidad ya no tiene tanto sentido.

“Entonces, ¿Para qué sirven las redes sociales?”

Actualmente las redes sociales son altavoces de tu marca personal, muestran aquello que quieres ser, tus gustos, aficiones y deja a la imaginación del lector el cómo eres en “realidad”. Sin más.

“Pero si yo solo las tengo para uso personal”

Típica frase perfecta para excusarnos, publicar sin pensar y lamentarse a posteriori. La vida personal y profesional se mezclan, eso debemos tenerlo grabado a fuego. Todo lo que publiquemos debe ser susceptible de ser visto por cualquiera, y si tienes fotos o contenido que no quieres que viajen por la red… Mi abuela me decía (muy sabia ella): “el mejor secreto es aquel que no se dice”, pues eso.

“¿Qué publico en redes sociales?”

Debemos pensar qué es aquello que queremos transmitir y ser en nuestra imagen personal 2.0. Tenemos una ventaja, todo esto del 2.0 es tan nuevo que nos permite empezar desde 0 nuestra exposición personal y profesional, crearnos una marca para todos aquellos que nos quieran leer ya sean amigos, compañeros de trabajo, jefes, futuros jefes,… es decir, párate a pensar e invierte tiempo en crear tu propia imagen.

“Pero mi intimidad no le importa a mis jefes ni compañeros de trabajo, yo publico para mis amigos.”

Me remito al primer párrafo de este post: ¿en serio crees que tienes 450 amigos tal y como dice Facebook? Sin contar los amigos de tus amigos que ven tus publicaciones cuando alguno le da al #MeGusta o #Compartir, entonces esto se multiplica exponencialmente.

Otro detalle de nuestra “intimidad”. Os propongo un ejercicio:

1.- Abre tu Whatsapp

2.- Mira la foto que tienes de perfil

3.- Abre tu agenda de teléfonos

4.- Mira todos los contactos que tienes.

5.- Todos ellos pueden ver esa foto (siempre que no la tengas privada), ¿te apetece que el lampista, jefe, compañero de trabajo, vecino, padre/madre del amigo de tu hijo, empleado,… vean esa foto?

 

La palabra clave: EXIMIDAD

Si quieres tener un futuro prometedor en redes sociales, deja de pensar en publicar aquello que haces. Empieza por apartar la palabra intimidad de tu vocabulario 2.0 y tatúate la Eximidad.

La Eximidad es la parte de la intimidad que decidimos, a consciencia, publicar en redes sociales para potenciar nuestra marca. Esta marca puede ser profesional o personal. Todos queremos que nuestros amigos nos vean de una determinada manera, incluso estos amigos pueden llegar a ser clientes o prescriptores de tu trabajo, y de igual forma queremos que nuestra “red profesional” de Linkedin sepa de nuestra profesionalidad. En cada red social mostraremos una eximidad diferente, nuestra intimidad la debemos exponer y utilizar siempre a nuestro antojo y dependiendo de quién sabemos que nos lee o nos puede llegar a leer.

Si quieres leer más sobre Eximidad: artículos sobre Eximidad

Las redes sociales no son un juego, no son el álbum de fotos familiar que antes guardábamos en el cajón del comedor. Las redes sociales son nuestra oportunidad para vendernos y mostrar aquello que queremos ser. [textmarker color=»C24000″ type=»text color»]¡Aprovéchalo![/textmarker]