No. La respuesta es tan sencilla como contundente. No. Y mil veces no. Por mucho que una mentira se repita mil veces seguirá siendo una mentira. Una fake news. Una falsedad. Pero vivimos en un momento de máxima alerta y sensibilidad por la protección que a veces nos hace enloquecer.

De hecho sería tan fácil como probar de hablarle al Siri o Alexa o al sistema de voz que tengáis para comprobar lo difícil que es que os entienda. Y eso que normalmente hablamos de manera lenta y vocalizando al máximo posible. ¿Y queréis que nos entienda un robot hablando en una conversación con ruido, en dialecto, con gestos y sacada de contexto? Rotundamente no. Es más, sería una gran noticia para Mark  Zuckerberg y compañía. Es más, si tenéis un software que lo logre, aunque sea en castellano o catalán, poneros en contacto con él porque os pagará una fortuna.

No, no nos escuchan. Lo que pasa es que somos previsibles. No somos tan originales y distintos y guays como nos pensamos. Simplemente seguimos los mismos patrones. Y como le damos tanta información a Google o a Facebook, son capaces de pensar como actuaremos antes que nosotros lo hagamos. Porque tienen nuestros datos y los de millones de personas. Solo tienen que cruzarlos, contrastarlos y predecir el futuro. Así es, más sencillo y práctico que escucharnos.

De hecho salía una noticia estos días en que Google reconocía escuchar un 0,2% de nuestras conversaciones con nuestro asistente de voz. Justamente para intentar mejorar el rendimiento y la compresión lo que demuestra que el reconocimiento de voz todavía está lejos del nivel deseado. Pero no estamos hablando de eso. Sino de la psicosis de pensar que nos escuchan y lo aprovechan para ofrecernos anuncios de cosas y productos que nunca hemos buscado en ningún soporte digital.

Pero es que además saben con quién estamos en todo momento. En Whatsapp casi todos tenemos activada nuestra ubicación. Porque muchas veces queremos compartirla y por lo tanto le damos permiso para que sepa dónde estamos. Y si estamos un grupo de cuatro personas, Facebook sabe quiénes son, que nos hemos encontrado y de qué hemos hablado. Imagínate que tu amigo te cuenta que ha estado en Fuerteventura de vacaciones y se lo ha pasado genial. ¿Te lo contará, no? Previsible. Tu hace tiempo que has mirado en internet dónde ir de vacaciones, o tu pareja. Pero evidentemente nunca has mirado Canarias. Cuando vuelves a casa entras a instagram y te sale publicidad de Fuerteventura. «¡Ves, nos escuchan! ¡Nunca he buscado nada ni cuando estuvimos hablando buscamos nada de nada!». Efectivamente. ¿Pero no era muy previsible que si sois amigos te cuente dónde ha estado de vacaciones?

Algoritmos muy bien hechos, simplemente eso.

¿Lo saben todo de nosotros? Sí claro. ¿Es peligroso? No, si solo se usa para fines comerciales. Si se usa para influenciarnos en nuestras actitudes, entonces hay que legislarlo y prohibirlo. Si a mi me preocupa que vengan a quitarme el trabajo los inmigrantes y lo he demostrado con algunos comentarios en Facebook o algunos likes a algunas publicaciones; entonces viene Donald Trump y me pone un anuncio en el que dice que Hilary Clinton va a subvencionar que vengan los extranjeros a quitarnos el trabajo y les va a dar todas las facilidades. Y es mentira, es una fake news. Pero es igual. Yo me lo creo, y si tenía dudas ya tengo claro que votaré a Trump. Esto está mal y están trabajando para corregirlo.

Facebook es capaz de saber antes que nosotros si tendremos pareja o un affaire. ¿Por qué? Porque si nos gusta una persona, entramos cada momento en su perfil de instagram, le hacemos like, miramos la última conexión de whatsapp… Y si la otra persona hace lo mismo con nosotros, Facebook ya tiene un match antes que nosotros. Momento ideal para anunciarnos escapadas de fin de semana o regalos románticos.

¿Cuántos impactos publicitarios recibimos al día? Cada dos stories, como mucho tenemos un anuncio. Cada tres o cuatro publicaciones lo mismo. Más los correos que recibimos, los anuncios de banners en las webs, los anuncios de los juegos del móvil, etc. No exagero si digo que centenares de impactos al día. ¿Alguno coincide con algún tema que hagamos hablado pero no buscado? Claro que sí, muy malos tendrían que ser para no acertar alguno. Pero cuántos, ¿un 2%? Definitivamente, no nos escuchan. Pero son muy buenos.

¿Es peligroso? En principio no. Simplemente que somos predecibles y se aprovechan de ello. ¿Podríamos evitarlo? No usemos las redes sociales. Tenemos la libertad de no hacerlo. Pero nos sentiríamos apartados, bichos raros. La sociedad ya ha comprado vivir así. Podemos ser la excepción o adaptarnos a ello. Confiando en que la legislación se encargará de denunciar un mal uso de los datos y que nosotros seguiremos teniendo la libertad de comprar o no aquello que nos anuncian.