Hay una frase que siempre me dice mi madre que es aquella de no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Esto, que ha existido toda la vida, ahora se le ha puesto un nombre para que suene mucho más atractivo: procrastinar. Es decir, dejar para más adelante acciones que deben atenderse sustituyéndolas por otras más irrelevantes o agradables.
También se puede añadir a esta categoría la frase que dice que a veces priorizamos lo urgente por delante de lo importante. Por lo que tenemos tantas cosas que hacer que nos urgen que no podemos dedicar tiempo a otras acciones que nos darían un mejor rédito o mejorarían nuestro día a día.
Es por todo ello que hay una tercera frase que quiero añadir a este grupo y que me parece de lo más interesante:
Tu futuro lo creas con lo que haces hoy y no lo que harás mañana.
Me parece clave dejar de pensar en lo que deberías hacer para empezar a hacerlo. El futuro es el ahora inmediato. Ponerte excusas, alargar los planes, pensar que mañana empezarás, no sirve. Construir en tu cabeza un plan perfecto, sin fisuras está muy bien, pero hay que ponerse manos a la obra. En todo.
El cambio de actitud no lo planifiques, ejecútalo. Porque tus acciones cuentan a partir de ya. Tus movimientos para el futuro empiezan ahora.
Por lo tanto, no solo no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, sino que lo que haces hoy ya cuenta totalmente para mañana. Porque las urgencias no pueden alterarte tu calendario y no pueden hacer dejar de lado lo importante.
Escribirlo es fácil, querer hacerlo también. Pero ponerse a ello es lo difícil. Todos lo sabemos. Pero ya es un primer paso que llegados a este punto de este escrito estés de acuerdo en que los cambios deben empezarse ya. ¿Te pones a ello?