[dropcaps]Evoquemos por unos momentos la imagen social del concepto “profesor”. Un señor o señorita que se dedica a enseñar cosas. Vestido con ropajes de pana, chaquetas con coderas y las manos manchadas de polvos de tiza; al que[blocktext align=»right»][textmarker color=»C24000″ type=»text color»]No se trata de abandonar antiguas plataformas, sino de asimilar las nuevas y adaptarlas[/textmarker][/blocktext]acompañamos con ese particular olor del plastidecor o plastelina y asociamos al pupitre de madera verde o a la silla de brazo donde nunca cabían las piernas; al aula monocolor con tarima donde aguantar “rollos” sobre algo; y al estuche, a los lápices de colores, al típex que siempre se derramaba el pegamento de barra o a la eterna goma Milán. Pues bien, siento mucho deciros que el profesor actual nada se parece ni tendría que parecerse a esta imagen descrita.[/dropcaps]

Hoy en día la escuela (en general) y el profesorado (en particular), [textmarker color=»C24000″ type=»text color»]nos estamos viendo obligados a modernizarnos[/textmarker] en todos los aspectos que la palabra “moderno” pueda abarcar: nuevas metodologías, nuevos objetivos, nuevos contenidos y, sobre todo, nuevas herramientas. No obstante, no se trata de abandonar antiguas plataformas o usos, sino de asimilar las nuevas y adaptarlas para hacer más rico y flexible el ejercicio de nuestra profesión. Pero como siempre -y los que estamos en esta profesión lo sabemos muy bien-, [textmarker color=»C24000″ type=»text color»]la escuela peca a menudo de ir un paso por detrás de todos los avances[/textmarker]. Por decirlo de una manera más positiva, son tan rápidos los cambios sociales y tecnológicos que se están produciendo, que cuando se da la adaptación, ya se llega un poco tarde.[blocktext align=»left»][textmarker color=»C24000″ type=»text color»]Los profesores también tenemos que aprender[/textmarker][/blocktext]

[textmarker color=»C24000″ type=»text color»]Hoy el profesor YA ha de ser un “Profesor 2.0”[/textmarker]; familiarizado con el uso de las nuevas tecnologías y conocedor de las redes sociales. Y para que esto sea un “hecho” y no un “objetivo a cumplir” hacen falta muchas cosas que desde mi humilde entender y fruto de la propia práctica con estudiantes adolescentes, se ha de ir realizando.

Lo fundamental es[textmarker color=»C24000″ type=»text color»]no perder nunca la inquietud, curiosidad y ganas de aprender del profesional de la enseñanza[/textmarker]. Sí: los profesores también tenemos que aprender. Conocer los dispositivos y,  a poder ser, tenerlos. Perder el miedo a usarlos; quizás primero como herramienta de gestión del propio trabajo, y después con un  poco de imaginación, como herramienta educativa que implique a nuestro público –los alumnos y alumnas-.[textmarker color=»C24000″ type=»text color»] Ellos ya los usan de manera natural, así que por qué no invitarles a que lo hagan también en el aula[/textmarker].

Eso también requiere un esfuerzo por estar actualizado/a. Buscar información y nuevas aplicaciones. [textmarker color=»C24000″ type=»text color»]“Estar en la red”[/textmarker] y ser usuario de la misma a través de las redes sociales que nos resulten más cómodas. Y como la mejor manera de educar es dando ejemplo, también [textmarker color=»C24000″ type=»text color»]hemos de convertirnos en un referente de “buen uso”[/textmarker] de las mismas, y dar una visión más “profesionalmente útil” a algo que, por lo general, los alumnos/as tienen reducidos solamente al ocio y la diversión.[blocktext align=»right»][textmarker color=»C24000″ type=»text color»]No por todo esto hemos de dar la espalda a los riesgos que éstas comportan[/textmarker][/blocktext]

Pero no por todo esto hemos de dar la espalda a los riesgos que éstas comportan, ya que [textmarker color=»C24000″ type=»text color»]el colectivo con el que trabajamos es sensible[/textmarker] y eso nos obliga a estar en alerta a aspectos tan delicados como el “ciberbullying”, por ejemplo.

Personalmente, yo procuro poco a poco ir haciéndolo: a veces de forma autodidacta, a veces acudiendo a cursos ofrecidos por la propia administración o incluso a veces aprovechándome –en el buen sentido- de la experiencia de otros profesionales. Todo por intentar cada día estar más cerca de ser un buen Profesor 2.0: [textmarker color=»C24000″ type=»text color»]Actualización… Procesando…[/textmarker]

[miscellaneous type=»superscript»]*Tomas Pla es Pedagogo. Diseñador de Procesos de Formación y Material didáctico. Formador y Educador. Actualmente es el coordinador/tutor de los cursos de Formación Profesional del «Programa de Qualificació Professional Inicial (PQPI)» del Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès.[/miscellaneous]