No llevamos ni una semana de confinamiento –o cuarentena– por culpa del coronavirus y tengo la sensación que mucha gente ha descubierto las videollamadas. O mejor dicho, han descubierto que no solo se pueden hacer por Skipe. Durante mucho tiempo el concepto videollamada estuvo asociado a esta marca, que en cierto modo se había convertido en un genérico –como Chupa Chup para los caramelos con palo o Kleenex para los pañuelos de papel–. «Hacemos un Skipe?». Es lo que decían antes las familias separadas por miles de quilómetros. Pero todo esto cambió hace tiempo, y ya existen muchísimas aplicaciones que hacen lo mismo, incluida la videollamada múltiple.

La cuarentena ha permitido –algo bueno debía de tener– que mucha gente que no las había utilizado nunca porque no lo necesitaba, las haya descubierto. O gente que solo usaba un sistema, cuando este ha fallado por saturación, ha descubierto que también se pueden hacer videollamadas por Whatsapp, por ejemplo.

Teletrabajo

Cuando todo esto pase –porque pasará– y volvamos a la ‘normalidad’ veremos hasta qué punto nos ha cambiado la vida las semanas o meses de confinamiento en casa. Un aspecto que seguramente cambiará serán las maneras de trabajar. Con el confinamiento obligatorio muchas empresas se han visto obligadas a enviar a sus trabajadores a casa y aprender a trabajar en remoto y hacer las reuniones con videollamadas. Si la tecnología no falla, que cada vez falla menos, los chat online visuales son igual o más efectivos que las reuniones presenciales. ¡Y se va más al grano y son más cortas! Seguramente muchos van a descubrir las ventajas del teletrabajo estos días. Escuchad este podcast de Caviar On Line, en Marficom hace tiempo que lo practicamos.

Amigos

Y una de las cosas peores de esta situación de confinamiento que no tiene fecha final –todos sabemos que no serán solo 15 días– es no poder estar con los amigos. En nuestra cultura latina, la vida social es imprescindible. Ir a cenar a casa de un amigo y juntarnos diez o doce personas forma parte de la ‘rutina’ de mucha gente. ¿Y como lo estamos supliendo estos días en casa? Con videollamadas múltiples. Con mi grupo de amigos cada día a las 19h hacemos un videochat con nueve pantallas. A veces es un caos de audio con todos hablando a la vez, pero es muy divertido y necesario. Necesitamos vernos las caras y sentir que estamos cerca los unos de los otros.

Familia

Y si los amigos son importantes, ¿qué decir de la familia? En especial los padres y abuelos, que para su protección los hemos tenido que dejar solos en su casa para no contagiarles porque son el grupo de riesgo más importante del coronavirus. Ellos sí que han descubierto las videollamadas como quien descubre una mina de oro. Las videollamadas les permiten ver a sus hijos y nietos, y sus caras de felicidad lo dicen todo. Un vez superada la primera barrera tecnológica –explicarles por teléfono cómo funciona y qué botones tienen que tocar no es fácil–, su uso es muy intuitivo y está al alcance de todos. Con Whatsapp solo tienen que descolgar la llamada que les hagamos y ellos no tienen que hacer nada más.

Ejemplos

¿Qué tipo de aplicaciones para hacer videollamadas hay? Skipe, Facetime, Whatsapp, Zoom, Teams, Google Duo, We Chat, Hangouts, ooVoo, Jitsi Meet… Os dejo un par de enlaces donde os cuentan ventajas y desventajas de cada sistema, pero en la red encontraréis muchas recomendaciones.

WhatsApp vs Facetime vs Skype vs Google Duo: ¿cuál es la mejor app para videollamadas?

Las mejores apps para hacer videollamadas