En comunicación es básico adaptar el mensaje a nuestro público. Debemos saber a quién nos dirigimos para saber cómo comunicar. El canal y el mensaje se deben adaptar al receptor.
Porque hay un valor que no se paga con dinero, ni con tecnología, ni con apariencias. Un valor que sigue vigente online y offline: la confianza. Clave para el éxito. Un negocio, un proyecto, una marca nunca funcionará sin confianza.
La competencia actual es máxima. Hay mucha más oferta que demanda. Los precios están reventados. Pero tenemos que estar preparados para ello, ser competitivos y encontrar nuestro espacio. Porque como dirían en Galicia: de haberlo, haylo.