Debemos tener muy claras cuáles son nuestras líneas de trabajo. Saber dar una solución al problema que nos plantea nuestro cliente.
Cuando hablamos de redes sociales a todos nos vienen a la cabeza Facebook, Twitter, últimamente Instagram o incluso Youtube. Y en cambio cuando nos referimos a LinkedIn lo hacemos pensado solo en trabajo, networking y temas profesionales y hasta cierto punto aburridos.