Una de las frases que más escucho asociadas a Twitter es aquella en la que afirman que con esta red social uno tiene “exceso de información”. Vaya por delante que eso siempre dependerá del buen uso que se le haga. Es decir, será muy diferente según el número de gente que sigas y también de la forma en la que los leas. De ahí la importancia de las listas por ejemplo.

Pero vamos a dar por buena esa definición, sobre todo en las grandes noticias. La muerte de Nelson Mandela por ejemplo, copó nuestro Time Line. O en deportes, cada vez que hay un partido de fútbol se te llena la pantalla de alineaciones del Barça o del Madrid. Estos dos casos no serían tanto “exceso de información” como “reiteración de una misma noticia”. Pero eso es inevitable y de hecho es un buen medidor para valorar el grado de importancia de esa noticia.

Otra opción que podría confirmar ese “exceso de información” podría ser cuando cada usuario nos cuenta su vida: uno lo qué está comiendo, otro dónde está paseando, el otro qué se ha comprado, etcétera, etcétera. De ahí la importancia de una buena elección de la gente a la que hay que seguir. Pero tampoco sería tan grave.

Lo cierto es que Twitter va muy rápido. Parece una competición a ver quién tuitea antes esa famosa “información” que puede llegar a ser “excesiva”. Y como dice la cultura popular, las prisas muchas veces no son buenas consejeras. Además, puede escribir cualquiera, no hay que pasar ninguna prueba para crearte una cuenta y tuitear. De allí que haya que tener un buen ojo para filtrar todo lo que nos llega en párrafos de 140 caracteres como máximo.

Cuando Twitter mata a los vivos

Una de las peores bromas que se gastan en Twitter consiste en dar por muertos a famosos que están perfectamente vivos. Destacaré tres:

      • Y la más reciente y bastante desagradable, fue cuando se anunció la muerte del actor Jordi Sánchez, conocido por su papel de Recio en la serie “La que se avecina”.

 

En esta lista encontrarás las 30 muertes falsas de Twitter más destacadas.

Todas estas circunstancias han hecho que la credibilidad de lo que se diga en Twitter haya caído en picado. Es por esto que las cuentas de periodistas y medios de comunicación deben ayudar a aumentar la credibilidad de esta red social. Que puedas hacerte una lista en la que sabes que no te la van a colar. Para ello, los propios periodistas o community managers de los medios deben cambiar el chip. Y entender que su papel en Twitter no es ser los primeros, sino ser los verdaderos.

Aunque tampoco deberíamos aspirar a que vuelvan esos tiempos en que el simple hecho de haber escuchado una noticia en la radio, ya debía ser totalmente cierta. Seguro que recordáis alguna conversación, en que cuando se ponía en duda alguna afirmación, uno de los interlocutores respondía con “es cierto, lo ha dicho la radio”.