[dropcaps]Como hemos dicho en múltiples ocasiones, hay muchas maneras de comunicar. Y a priori no podemos decir que ninguna sea mejor que otra. Dependerá de lo que busquemos a la hora de transmitir el mensaje, del contexto, de la intención, etc.[/dropcaps]

Y solo sabremos si hemos acertado o no cuando veamos si el mensaje llega al receptor, que de hecho ese es siempre el objetivo. Un emisor que envía un mensaje a un receptor. Deberemos escoger el canal y dotar de formato a ese mensaje.

Hoy queremos compartir un vídeo sencillo, con una toma fija, y un solo personaje sentado. Pero realmente todo está pensado para que nos fijemos en lo único que se mueve constantemente en la imagen: [textmarker color=»C24000″ type=»text color»]los anillos[/textmarker].

Y con una banda sonora adecuada perteneciente a la película Amelie, lo que consigue es transmitirnos emociones. Esta vez el mensaje que se esconde en este vídeo es el de no dejarnos indiferentes. No siempre un mensaje es una idea, unas palabras o una marca. A veces el mensaje de la comunicación son sentimientos y emociones. Y este artista francés de 25 años llamado Lindzee consigue emocionarnos y prácticamente hipnotizarnos. De hecho, consigue comunicar afecto, emoción. Y eso, también es comunicación.