Ayer se cayeron todas las aplicaciones de FACEBOOK durante más de 6-7 horas y con ellas nuestra huella digital. Una huella digital que hemos ido creando a lo largo del tiempo, incluso en aquellos momentos donde no sabíamos bien como iba eso de la eximidad en el online.

Y me hizo reflexionar una pregunta lanzada por la usuaria de Twitter @anouc_cs:

Por un momento, corrió el rumor que eso podría suceder. Perder toda tu vida digital colgada en todas las apps de FACEBOOK. ¿Os imagináis?

¿Qué sucedería?

Simplificando mucho, creo que podrían suceder dos escenarios que tengo la sensación que son complementarios:

  • Ya nos iría bien. Un reset masivo donde nos permitirían empezar desde 0 a crear, de nuevo, nuestra huella digital, sabiendo lo que sabemos ahora.
  • ¡Qué empiecen los juegos del hambre! Las redes sociales convertidas en una selva, llenas de odio por recuperar nuestra vida. Gente publicando sin parar para volver a colgar sus recuerdos. Influencers perdiendo sus estadísticas y volviendo a empezar desde 0.

El punto que me hace pensar que sería una buena idea es que sería un reset masivo y nos permitiría parar y reflexionar sobre nuestra imagen y lo que queremos ser y proyectar.

Ayer, también fue un buen momento para pensar sobre la dependencia del WhatsApp y la manía infundada en que debemos contestar justo en el momento que recibimos un mensaje. Estuvimos 7 horas sin WhatsApp y el mundo siguió girando y las preguntas siendo respondidas cuando se restableció la aplicación. ¡Calma! Qué la vida es larga.

Y, por último, hace no mucho hablábamos de que no podemos poner todos los huevos en un mismo cesto, que las redes sociales no son nuestras y que Instagram podría desaparecer como ya lo hicieran, en el pasado, otros tótems de Internet como fueron, por ejemplo, MySpace, Fotolog, MSN Messenger, Google+ o Tuenti. Tener una comunicación online sólida radica en diversificar el mensaje y aparecer allí donde nuestros usuarios están en cada momento, para así hacer llegar nuestro mensaje y reconducirlos a nuestra web, nuestra casa 2.0.