En los últimos meses, Mercadona, una de las cadenas de supermercados más populares en España, se ha convertido en un lugar inesperado de conversación en redes sociales. No por sus ofertas o productos, sino por un fenómeno viral relacionado con las piñas como un código secreto para ligar. ¿Cómo empezó esta peculiar tendencia y qué impacto ha tenido en el marketing de la marca?

Todo comenzó en redes sociales, donde se empezó a difundir la idea de que si alguien lleva una piña en el carrito de la compra de Mercadona, está «disponible» para ligar o conocer a alguien. Aunque no está claro el origen exacto de este código secreto, la idea de utilizar una fruta tan simbólica y exótica como la piña, captó rápidamente la atención de los usuarios.

En plataformas como Twitter y TikTok, comenzaron a surgir vídeos y memes humorísticos que especulaban sobre el uso de las piñas en Mercadona como señal de disponibilidad amorosa. Con el tiempo, más y más personas comenzaron a sumarse a la broma, y lo que empezó como una broma inocente se convirtió en una especie de «fenómeno social» entre quienes iban al supermercado.

Las redes sociales, jugaron un papel crucial en la expansión de esta tendencia. Los usuarios compartían sus experiencias en Mercadona, algunos con piñas en sus carritos, ya sea por curiosidad o para formar parte del chiste. Videos que parodiaban situaciones en las que alguien intentaba ligar con otra persona usando una piña se volvieron tendencia, acumulando miles de vistas y comentarios.

Este fenómeno nos recuerda cómo lo más inesperado puede convertirse en un «código» compartido por la comunidad, transformando un simple gesto o acción en un meme. Para Mercadona, una cadena reconocida por su seriedad y su enfoque en la calidad de los productos, esto ha sido algo inesperado, aunque su origen exacto no está del todo claro. Lo cierto es que la marca ha sabido manejar la situación de forma hábil.

Aunque la cadena de supermercados aparentemente no inició ni promovió esta tendencia, ha beneficiado indirectamente su visibilidad y presencia en redes. El fenómeno de las piñas ha dado a la marca una cantidad impresionante de publicidad gratuita, con personas acudiendo a sus tiendas para participar de esta «moda» o simplemente para ver si el rumor es real. Esto demuestra cómo las marcas pueden ganar notoriedad incluso sin una campaña claramente planificada, aprovechando situaciones espontáneas o tendencias que surgen de manera orgánica entre los usuarios.

Sin embargo, lo más interesante es cómo Mercadona ha mantenido una postura neutral, sin intervenir de manera evidente o directamente con contenido propio. Han permitido que sean los mismos usuarios quienes sigan alimentando la broma, haciéndola crecer, mientras la marca continúa con su actividad habitual.

Este caso muestra la importancia del UGC o user-generated content (contenido generado por el usuario) en la creación de notoriedad de marca. Cuando los consumidores se apropian de un espacio o una experiencia, lo transforman en algo culturalmente relevante, y eso tiene un valor inmenso. Las piñas y Mercadona ahora están inevitablemente ligadas a una broma que seguirá viviendo mientras los usuarios sigan encontrando entretenido el concepto.

El poder del marketing viral y las marcas

 

Este suceso no es el primero en demostrar que las redes sociales y las tendencias virales pueden convertir situaciones ordinarias en algo extraordinario. Otros ejemplos incluyen marcas como BuzzFeed o ALS Association que se han beneficiado de tendencias como el famoso «dressgate» (el vestido de colores) o de retos virales como el «Ice Bucket Challenge».

La marca Oreo ha aprovechado varios momentos virales y fenómenos, como el apagón en el Super Bowl de 2013. Aunque no fue un fenómeno viral como los anteriores, Oreo destacó con un simple tweet que decía «You can still dunk in the dark» («Aún puedes mojarla en la oscuridad»), lo que captó rápidamente la atención de millones y fue un ejemplo de cómo aprovechar un momento no planeado.

Lo que todas estas situaciones tienen en común es el poder del marketing involuntario: cuando los consumidores y usuarios de redes sociales deciden que algo es digno de compartir y explotar, las marcas pueden aprovechar ese impulso para ganar relevancia sin apenas invertir en una campaña publicitaria.

Aunque puede parecer ridículo que algo tan simple como una piña en Mercadona pueda convertirse en un código para ligar, esta tendencia es un ejemplo perfecto del poder de las redes sociales y cómo algo aparentemente trivial puede convertirse en un fenómeno cultural.

La relación entre Mercadona y las piñas, aunque nacida del humor, ha generado un marketing viral que ha reforzado la visibilidad de la marca. Al final, lo que empezó como una simple broma se ha convertido en una divertida lección sobre lo impredecible que es el marketing digital.

 

Así que, ¿la próxima vez que vayas a Mercadona con una piña en la mano, quién sabe?

Puede que te encuentres con más que una simple compra semanal…