Seguramente en muchas de las conversaciones que has tenido últimamente con tus amigos, familiares o incluso compañeros de trabajo, ha salido un tema común: series de televisión.

Vivimos en un momento en el que más o menos todo el mundo tiene una plataforma de video bajo demanda. Como mínimo. De hecho, en España, la media está en 2,5 plataformas por hogar. ¿Te parecen muchas?

No sé si yo soy muy representativo, pero a mí la media se me queda más que corta. Digo que no sé si soy parte de la media, porque por defecto profesional necesito ver mucho contenido. Bueno, igual es una excusa, pero yo me la creo. Como profesional del marketing, debo estar al día de series para inspirarme, saber de qué se está hablando y yo qué sé. Que las tengo y pienso que así hago mejor mi trabajo. Y si cuela, cuela. Al menos mi socio me lo compra.

Total, que tengo Orange TV (que viene con la fibra de Orange y además, aquí sí que es totalmente por trabajo, tengo todo el paquete del fútbol); tengo Amazon Prime (con el paquete de Orange me viene una subscripción al Prime de Amazon); tengo Disney Plus (también me viene incluido en Orange); tengo Netflix (fue la primera que pagué y seguramente sería la primera que prescindiría pero nunca lo he hecho); tengo Max (como fan de Game of Thrones me di de alta y descubrí que tiene series espectaculares y ahí sigo); tengo Apple TV (me di de alta con los 3 meses gratis al comprarme un ipad, y me enamoré de esta plataforma. La mejor. Sin duda).

Total 6. Compenso al que no tiene ninguna. Así se hacen las medias. Si tú ganas 9.999 € y yo 1 €, la media explicará que ganamos 5.000 € cada uno. Ojo con las medias, mejor ver cómo se calculan y de dónde salen para no engañarnos o sacar falsas, o, mejor dicho, inciertas estadísticas.

Y ya que hemos llegado hasta aquí, un ejemplo de cómo me puede ayudar tener tantas plataformas a mi día a día en el marketing. ¿Conocéis la serie White Lotus? Si no la conocéis, hacedlo. Se está emitiendo su tercera temporada en Max (lo que antes era HBO, que por cierto ¿sabéis de dónde vienen las siglas HBO? Luego os lo cuento). White Lotus es una cadena de hoteles, resorts, en diferentes partes más o menos exóticas o turísticas del mundo. De lujo. Y durante la estancia de varios huéspedes, pasan cosas. Serie muy buena y muy divertida. Muy bien hecha.

Pues bien, esta serie nació durante la pandemia, en 2020. HBO pidió a uno de sus creadores de confianza, Mike White, que creara una serie acorde con las limitaciones del COVID. HBO necesitaba crear contenido y no demorarse más, pero a la vez debía adaptarse a las normas de convivencia existentes.

Y Mike White, el creador de la serie, desarrolló el concepto de rodar en una única localización aislada. La primera temporada se filmó íntegramente en el Four Seasons Resort Maui en Wailea, Hawaii, porque permitía crear una «burbuja» de producción controlada. Todo el equipo de grabación y los actores se alojaron en el mismo hotel durante el rodaje.

Y la estructura narrativa centrada en huéspedes de un resort de lujo y el personal que les atiende, fue diseñada para encajar con las limitaciones. Y terminó siendo la esencia de la serie y replicada, ya sin necesidad, en las siguientes temporadas.

Un ejemplo evidente de que de la necesidad se puede hacer virtud. Adaptarte a la situación, a las normas, a lo que hay. Me gusta mucho un ejemplo que pone Victor Kuppers, que dice que la vida es como un juego de cartas, en el que se reparten de la baraja a todos los jugadores y algunos tienen mejor mano y otros peor, pero con las cartas que tienes debes afrontar la partida y sacarle el máximo partido. Pues eso es la vida, y también el marketing. Abre tu mente. Detecta de la carencia la parte donde sacarle el mejor resultado. Haz como los magos, manda a la gente a mirar donde tú quieras, que se fijen en tu punto fuerte, sin engañar, pero sin victimismo.

Buf, he mezclado muchas cosas, pero me entendéis ¿no? Eso daría para otro post entero. Y antes de terminar os había prometido que os diría qué historia se esconde detrás de HBO: Home Box Office. “Box Office” es como se llama en inglés “taquilla”, y HBO te trae la taquilla a casa. El cine en casa, vamos. Ahora no nos sorprende. Pero en 1972 cuando lo creó Charles Dolan, fue totalmente innovador.

Fue el primer canal por cable premium. En emitir contenido sin cortes comerciales y sin censura, ofreciendo principalmente películas recién estrenadas en el cine. Vamos, lo que hizo Canal Plus en España… en 1990. O sea, 18 años después.

¿Y Netflix? Estos alquilaban películas. Se fundaron en 1997. Cuenta la leyenda que Reed Hastings, su fundador, había alquilado una película, Apolo 13, a Blockbuster, el rey mundial de los videoclubs. Pero se olvidó de devolverla a tiempo. Y le pusieron una multa de 40$. Y ahí se le ocurrió la idea de mandar las películas a casas, en lugar de ir al videoclub. Y así creó Netflix, y encima ya solo con DVD.

Pero todavía tuvo otra revolución más: crear una tarifa plana en 1999, con una subscripción mensual sin límites. Y ya lo petó del todo en 2007, cuento dijo que mucho mejor transmitir en streaming que no ir arriba y abajo con los DVD. Fue pionero en esto que ahora tiene todo el mundo, plataformas de streaming.

Y ya que estamos. En el año 2000, Netflix viajó a Dallas a intentar vender su empresa a Blockbuster y les propuso ser el “Blockbuster Digital”. Es decir: Blockbuster alquilaba las películas físicamente y ellos lo hacían digitalmente. Pidieron 50 millones de dólares y que promocionaran el servicio digital en las tiendas. Cuentan que incluso se rieron de ellos con tal propuesta y los echaron de la reunión.

En 2010 Blockbuster quebró y Netflix se valoró en miles de millones de dólares.

Una mala tarde, la puede tener cualquiera.

Bueno, lo dejo aquí, que me ha quedado un poco largo. Y porque no he hablado de Severance, la mejor serie del siglo. Pero qué hemos aprendido de marketing en esta serie, lo dejo para otro día.